domingo, 11 de noviembre de 2007

A pesar de las palabras

«¿Por qué no te callas?» No pudo escoger el rey de España peores palabras para dirigirse a Chávez. Tampoco ha podido escoger una razón peor el presidente Rodríguez Zapatero, eso de «Si alguien ataca a un compatriota, tú le defiendes», como si no hubiese miles de "compatriotas" indefendibles.

Pero la razón está contra Chávez, otro manipulador de palabras, que quiere justificar con sus reivindicaciones falsas la represión que ejerce. Su implícito «o estás conmigo o estás contra mí». Esto sí que se aproxima a lo antidemocrático y al fascismo.

Extrema izquierda y extrema derecha comparten la violencia como camino fundamental. Si no permiten la libertad de pensamiento (una de las más básicas) ¿qué importa el resto de su programa?